El arte es como posar desnudo en el centro de una plaza

Ya está aquí, ya tengo en mis manos Las mariposas del recuerdo. Es una sensación indescriptible cuando abrazas entre tus manos tu propia novela, aquella que ha estado en tu cabeza y en cientos de folios sueltos durante tanto tiempo.

El día que me llamaron que venía un camión con los ejemplares me asusté y rápidamente puse en el grupo de WhatsApp que tengo con mis amigos necesito brazos fuertes para descargar. No se hicieron de rogar y en un momento tuve cinco espaldas ágiles para subir las cajas. Por supuesto después los invité a almorzar y en el almuerzo comentamos sobre la recién llegada.

Luego se marcharon y cuando me quedé solo respiré profundamente,  ya estaba allí. La miré fijamente y me dije: al final va a volar, va a viajar no sé bien dónde. Tuve una sensación de alegría a la vez que inquietud y sentí en mí aquella frase. Comprendí  aquello que una amiga me dijo el día que le conté mi proyecto. El arte es como posar desnudo en el centro de una plaza.

Así me siento cada vez que un ejemplar de la novela sale a recorrer mundo, pero sé que merece la pena. Sé que he sido sincero en lo que he escrito y quiero compartirlo con la gente a pesar de las críticas. Espero que aquello que he creado pueda servirle a alguien, aunque no sé muy bien para qué, porque la creación artística no tiene mayor fin que ella misma.

Así que podréis tenerla como muchos me habéis pedido, para disfrutarla en esos días de verano que tanto invitan a la lectura.

Un fuerte abrazo.